A Capela un templo del furancheo en Sanxenxo.

En gastronomía somos muy del furancheo pero os seremos sinceros 😉 todos los furanchos gallegos no los conocemos (lo intentamos siempre, eso sí). Desde aquí te invitamos a que si conoces alguno que se merezca estar en la página, no dudes en hacérnoslo saber, allí nos iremos, hazlo por aquí gastronomiadegalicia@gmail.com

RECUERDA ESTE LUGAR ES ESPECIAL, ES UNA BODEGA FAMILIAR

NO HACEN COMIDAS, la tapa es regalo de la casa.

Muchos lugares los conocemos por familiares, amigos, conocidos…por oídas o por redes y los vamos anotando para ir cuando estemos cerca o tengamos tiempo. Llevamos localizados en nuestros viajes unos cuantos para disfrutar y otros estrellas que recomendar. Este es el caso de nuestro descubrimiento de Semana Santa (gracias a Galicia Máxica que nos ha llevado a dar un giro inesperado en la ruta) A Capela.

A Capela ha sido nuestra capilla del buen beber y comer.

El precio de la copa de albariño+tapiña
no llega a euro y medio y nos parece más que justo con todo lo que te ponen.

Nuestra premisa a la hora de recomendar furancho es buen comer acompañado de un buen vino. ¿Qué dices? Se recomienda por el vino. Vale que el vino es lo más en la bodega y gracias a él existe.Pensamos que un vino mal acompañado o sin acompañar propicia que no se hable de él como se merece. Y de este hablaremos muy bien.

Queréis que hable del vino ¿verdad?

Afrutado sería lo primero que te viene a la boca al probarlo, la variedad mítica de Galicia proporciona unos vinos aromáticos y untuosos.​

Este vino tiene un gran potencial aromático afrutado con matices florales. Tienen una graduación alcohólica elevada y una acidez notable, característica EN UN BUEN albariño y este jovenzuelo sería un gran señor. Por supuesto que se corregiría su acidez con la espera pero aquí en A Capela se consume jovenzuelo, es lo que tiene venir aquí, los años no se cuentan.

Hay una leyenda, defendida por el gastrónomo y escritor Álvaro Cunqueiro, que dice que la uva albariño fue llevada a Galicia por los monjes de la Orden del Císter en el siglo XII.​ La orden había sido fundada en 1090 en la abadía de Citeux, en la Côte d’Or de Borgoña. Esos monjes, que provenían de regiones vitivinícolas de Francia, plantaron viñedos en los valles del Camino de Santiago. No voy a discutir hoy del origen del albariño, hoy os hablaré de su gran sabor. El Albariño ha sido reconocido en muchos lugares como el «Vino Universal» y aquí se ha convertido en todo un universo de matices.

Como buen lugar que se precie la tapa es toda una incógnita pero la del domingo la tenemos clara, siempre callos y en esta ocasión acompañados de empanada de bacalao con pasas.

Que te gusta su vino, te lo puedes llevar para casa y disfrutarlo con quién quieras o darlo a degustar a quién se lo merezca porque también lo venden y así te llevas el recuerdo del sabor no solo puesto.

Gracias a Nati y a su marido por acogernos tan bien, vuestro establecimiento pasa a ser para nosotros todo un referente. Ese caldiño a última hora se nos ha clavado en el alma. Gracias por ser un punto de encuentro para que muchos seamos un poquito más felices, gracias por vuestro cariño.

Todas las fotos de @seseixa, muchas gracias

2 comentarios en “A Capela un templo del furancheo en Sanxenxo.”

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