Las carrilleras son las reinas de la ternura y la jugosidad y por eso os traemos un plato muy especial.
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¿Qué es la Carrillera?
La carrillera es una pieza de casquería que hace años tenía muy poco valor. A día de hoy el conseguirlas es toda una misión imposible debido a la popularidad que han conseguido y su gran demanda y es por esto que se han convertido en un plato top y en toda una delicatessen en la mesa. La carrillera es un corte de carne muy especial, este se extrae de la cara del animal, para que entiendas bien hoy comeremos el moflete, de hecho, la palabra “carrillera” deriva de “carrillo”, la “parte carnosa de la cara, desde los pómulos hasta lo parte baja la quijada. y pueden ser tanto de ternera, oveja, como de cerdo. Nosotros hemos elegido para esta receta las de cerdo ibérico. Probablemente tendrás que reservar las tuyas hablando con tu carnicero de confianza .
Diferencias entre las carrilleras de cerdo y las de ternera
Lo que las diferencia es el sabor y su tamaño, las carrilleras de ternera tienen un sabor más potente y las carrilleras de cerdo se distinguen por ser más jugosas y por tener un corte más sencillo que otras piezas de cerdo. Ambas carrrilleras poseen una consistencia gelatinosa por su alto contenido en colágeno.
Historia de la carrillera ibérica
La carrillera o la carrillada ibérica viene directamente del cerdo, pero deciros que también se comía del jabalí, cuando esta carne era bastante común en la mesa, era un plato en sus inicios humilde pero lleno de energía y con un sabor extraordinario, hoy en día forma parte de la carta de los restaurantes más importantes y es utilizada en alta cocina por sus cualidades gastronómicas.
Carrilleras al vino tinto
Ingredientes
- Carrilleras de cerdo 6
- 2 puerros
- 1 Zanahoria
- Vino tinto (de la mejor calidad posible) 500 ml
- Caldo casero de carne 500 ml
- Sal
- Harina para rebozar las carrilleras
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Carrilleras
Os acercamos un plato bien sencillo pero que hará que triunfes, es espectacular. Lo primero que has de hacer es enharinar bien las carrilleras .Las carrilleras siempre han de sellarse antes de ponerlas en la salsa para que no pierdan sus jugos, es decir, se deben poner a fuego muy fuerte con poco aceite.
Calentamos un poco de aceite en una olla a presión o sartén y marcamos las carrilleras a fuego fuerte.
Retiramos y reservamos. A continuación nos pondremos manos a ala obra con la elaboración de la salsa.
Salsa al vino tinto
Cogemos los dos puerros, los limpiamos y troceamos en trozos más bien pequeños.
Lo mismo haremos con la zanahoria, la pelamos y cortamos en daditos pequeños.
Ponemos los puerros y la zanahoria en una sartén alta y honda.
Un chorrito de aceite y a continuación el medio litro de vino tinto, todo siempre a fuego medio.
Cuando la verdura esté bien pochada añadimos las carrrilleras.
Después de unos minutos añadiremos también el medio litro de caldo casero de carne. Lo dejaremos cocinándose a fuego suave como mínimo dos horas para que quedan realmente tiernas y su salsa se enriquezca con los matices de la carne y de los demás ingredientes que le hemos puesto a la receta.
Recuerda que las carrilleras sabrán mejor en proporción a la paciencia de la que dispongas al cocinarlas, el tiempo en este tipo de comidas es el mejor ingrediente que puedes ponerles.
El resultado será unas carrilleras que parecen mantequilla en el paladar y una salsa con cuerpo y muy bien ligada.
Solo queda el tomarte tiempo para saborear cada bocado de este plato que hará las delicias del que tenga la suerte de degustarlo.
Nosotros elegimos el rincón mágico del Equipo Libélula, nuestra pequeño parque natural que relaja los sentidos. Una mesa al aire libre y en la mejor compañía que hemos reservado para siempre.
Truco
Puedes dejar macerar las carrilleras, con las verduras y el vino, durante uno o dos días, para que se ablanden y absorban las esencias del resto de ingredientes.