Os traigo una receta que sorprenderá a vuestros comensales, «cerezas en aguardiente», si bien es cierto que habrá que esperar para disfrutarlas. El ofrecer este postre en una sobremesa es una de las maneras más tradicionales de demostrar que se es bien querido en una casa gallega.
Una vez que llega el tiempo de cerezas en muchas partes de la geografía gallega se ponen manos a la obra en la conservación y elaboración de las mismas. Esta es una de las conservas más artesanales y preferidas por todos, no solo en Galicia. No hay alacena que se preste lustrosa sin su tarro de guindas o cerezas en aguardiente, un postre típico y con profundas raíces.
Contenido
Cerezas en aguardiente
Os explicaré de manera sencilla como haceros con vuestro tarro de cerezas, veréis como el conservarlas en aguardiente no es complicado.
Ingredientes
- Cerezas la cantidad que deseemos. Debemos escoger las mejores, cerezas maduras y sanas
- Aguardiente de buena calidad y gallego
- Café (4 granos por tarro, opcional)
- Canela (cada rama se parte en 3, una trozo por tarro)
- Azúcar (opcional yo no la añado, pero si se desea 1 cucharada por tarro)
Anís estrellado, es opcional aunque he de deciros que en muchas recetas tradicionales lo incluyen, como las cerezas en aguardientes del Bierzo lo comento por si queréis darle un toque distinto o probar algo nuevo.
Como seguro que una vez que lo pruebes te apetecerá conservar mucho más me adelanto y os doy la cantidad de fruta a utilizar para 1 litro de aguardiente, siempre ½ kilo de cerezas mínimo, unos 150 gramos de azúcar, 1 rama de canela.
Necesitarás tarros en óptimas condiciones y siempre de boca ancha
Elaboración
Primero cogeremos los tarros y las tapas y los meteremos en agua hirviendo unos 15 minutos para esterilizarlos. Cuando los tarros estén secos y fríos, pondremos 4 granos de café, un trozo de canela en rama en cada tarro.
Añadimos las cerezas que habremos lavado bien, deberán tener un trocito pequeño de rabo, usaremos unas tijeras para quitarles el rabo que sobra hay quien las pone sin él a mi me gustan así. Deben quedar cubiertas de aguardiente así que cuidado de no llenar los tarros hasta arriba y peguen las cerezas en la tapa. Pondremos el azúcar si se desea y tapar. Una vez tengas todos los ingredientes en el tarro y esté cerrado agitamos y le damos la vuelta para mezclar bien los ingredientes. Haz este proceso varias veces 1 vez al día durante 1 semana. Pasados unos días veremos cómo la cereza va perdiendo el color y el aguardiente cogiendo un color rojizo dejar reposar unos meses antes de consumir.
Macerar mínimo dos meses.
Cuando termines con todas las cerezas del tarro puedes pasar el líquido colado para una pequeña botella y meterlo en la nevera. Un licor original para tomarte cuando quieras o un chupito refrescante con el que celebrar. Ten en cuenta ya que en el aguardiente quedará la esencia de la cereza, al igual que en la cereza el sabor del aguardiente.
Como curiosidad cuanto más tiempo estén en el líquido mejor estarán.
Orígenes
Esta manera de conservación de las cerezas, siempre se utilizó en Galicia para guardar las que no se podían consumir, vender o que simplemente sobraban, y así se iban consumiendo a lo largo del tiempo y podías disfrutarlas también en invierno.
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