¿Sabías que Galicia es la primera potencia en producción de carne de conejo de España? Tenemos 257 granjas dedicadas a ello en las que hay más de un millón de conejos. Galicia vendió más de 14.000 toneladas anuales de carne de conejo en el 2019, un cuarto del total de toda España. Somos el país de las vacas…y de los conejos.
Es una carne que nos aporta múltiples beneficios, asequible, saludable y muy nutritiva y deliciosa, en fin, con un sabor exquisito y sanísima. La carne del conejo está considerada como carne blanca, ya que el conejo es una de las especies que menos grasa contiene y en la que destaca su contenido en proteínas de alto valor biológico, las que mejor asimila nuestro organismo.
¿Sabías que la carne de conejo es más rica en Omega 3 que el pollo o la carne de de cerdo?
El conejo tiene también un alto contenido en fósforo, selenio y potasio, posee importantes minerales como el hierro, el zinc y el magnesio, además de un alto contenido en vitaminas del grupo B (como la B3, B6 y B12). Deciros que las vitaminas del grupo B son nuestras aliadas en épocas de decaimiento. Como añadido es una carne muy baja en calorías ya que por cada 100 gramos contiene alrededor de 133 kcal. Bajo aporte calórico y reducido contenido en colesterol. Vamos que es una una maravilla la carne del conejo en lo que a valor nutricional se refiere y a todo lo que nos aporta, son todo beneficios. También en la cocina esta carne es una buena aliada ya que es muy fácil de preparar, y se puede vestir de mil y una forma veréis que receta más rica y sana os traigo.
Contenido
Conejo al ajillo
Ingredientes
- 1 conejo cortado en trozos pequeños
- 5 dientes de ajo
- Harina de trigo
- 200 ml de vino blanco
- 200 ml de caldo de carne
- 1 limón
- Aceite de oliva
- sal al gusto
Para el amajado:
- Perejil
- 4 ajos
- Aceite de oliva
- Sal
- Especias, comino, tomillo, romero, etc.
Elaboración
Vamos a preparar un conejo al ajillo un poco diferente al típico conejo frito, pero muy sabroso, para ello el día antes de preparar el plato vamos a hacer un majado en el mortero poniéndole un buen puñado de perejil picado, 4 ajos troceados, sal, el aceite de oliva y las especias que nos gusten.
Una vez tenemos el majado ponemos los trozos de conejo en un bol o tupper y los embadurnamos bien con nuestro majado, tapamos el recipiente y lo llevamos al frigorífico hasta el día siguiente.
Al día siguiente preparamos un plato con harina y pasamos todos los trozos de conejo por ella cubriendo bien las superficies. Pelamos los ajos.
Ponemos una cazuela o una olla al fuego con 7 cucharas soperas de aceite de oliva y doramos un poco los ajos, al mismo tiempo vamos metiendo los trozos de conejo ya rebozado y los vamos cocinando hasta que se doren por todos lados y se hagan por dentro.
Cuando ya tengamos todos los trozos dorados por igual vamos a exprimir un limón por encima de nuestros trozos de conejo y revolvemos bien para que se impregnen todos los trozos, luego añadimos los 200 ml de vino blanco y los 200 ml de caldo de carne.
En este momento subiremos el fuego y vamos removiendo nuestra salsa cogiendo la pota por las asas, le damos unos vaivenes y comprobaremos como se evapora el alcohol del vino y la salsa va espesando, hacemos esto durante unos minutos. Después retiramos del fuego, le añadimos perejil picado por encima y dejamos reposar diez minutos antes de llevar a la mesa. Si no queremos que espese mucho la salsa, evitamos el reposo y servimos inmediatamente.
En nuestro caso lo hemos acompañado con unas patatas de guarnición que cocemos con la piel y luego pelamos.
Receta cedida por Juan Antonio Bello Souto
Informático, motero, amante de los viajes, la música, la fotografía y la cocina rica.
Mis entradas
- Galletas de chorimas
- Manos de ministro con pulpitos cabezones
- Verdinas con chorizo
- Postre de naranja
- Guiso de patatas con bacalao
- Cóctel de cava y fresas
- Galletas de turrón de Jijona
- Tagliatelle al nero di sepia con chipirones y gambas al ajillo