Son los mejillones de la familia de los moluscos bivalvos, son filtradores de agua que viven pegados al sustrato y se alimentan de plancton y otras criaturas microscópicas de mar que flotan en el agua.
Los mejillones más apreciados en el mundo son los gallegos. Estos se cultivan en las bateas que son unas estructuras de madera en las que cuelgan unas cuerdas en las que están pegadas los mejillones.
Contenido
Croquetas de mejillones
Ingredientes
- 3 kilos de mejillones
- 1 cebolla
- 3 dientes ajo
- 1 copa vino albariño
- pan rallado
- 4 huevos bien batidos
- aceite de oliva
- sal
- 3 hojas laurel
Para la bechamel
- 1 litro de leche
- 750 ml. del agua de los mejillones
- 150 gr. harina
- 80 ml. aceite de oliva
- 100 gr. mantequilla
- Sal
- 1 poco nuez moscada rallada
- Pimienta negra recién molida

Elaboración
Mejillones
Limpiamos bien los mejillones, le cortamos los pelillos laterales que tienen estos para sujetarse a las cuerdas, tirando de ellas con un cuchillo hacia el lado estrecho de la concha, así con ese movimiento conseguimos extraerlas y los pasamos por agua para lavarlos.

Ponemos una cazuela al fuego, le echamos el vino, el laurel, le añadimos los mejillones, la tapamos y los dejamos hasta que se abran.

Agua de cocción del mejillón
Una vez cocidos los quitamos del agua, les quitamos las conchas y colamos el agua de los mejillones, la cual reservamos y picamos la carne de los mejillones finamente y reservamos también.

Masa de las croquetas
Ponemos una cazuela apropiada para la receta, con un chorro de aceite a fuego medio-lento y una vez caliente, añadimos los dientes de ajo muy picaditos, los rehogamos y seguidamente añadimos la cebolla bien picada también.

Vamos removiendo y rehogamos todo hasta que esté bien pochado. Incorporamos la carne de los mejillones, añadimos también un cucharón del caldo de los mejillones y rehogamos todo, salpimentamos y cocinamos durante unos minutos para reducir el caldo y reservamos.

Bechamel
Hacemos la bechamel: para ello cogemos una cazuela adecuada para la receta le añadimos un chorro de aceite, la mantequilla y la ponemos a fuego medio.

En cuanto esté caliente añadimos la harina, rehogamos y la cocinamos para sacarle el sabor a harina.

Ahora añadimos la leche y el agua de los mejillones poco a poco, sin dejar de remover con unas varillas. Salpimentamos, rallamos un poquito de la nuez moscada y cocinamos durante unos minutos a fuego suave. Removiendo todo de vez en cuando.

Mezclamos a la bechamel la carne de los mejillones que tenemos reservado y lo cocinamos todo unos cinco minutos más, removiendo de vez en cuando.


Terminado pasamos la masa para una bandeja de cocina o recipiente adecuado, dejamos la más extendida posible, la cubrimos con un film y una vez enfriada la metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Batimos ahora los huevos en un bol, ponemos otros dos boles con pan rallado y con ayuda de una cuchara vamos cogiendo cucharadas de masa de croquetas, las moldeamos, les damos forma con las manos y las echamos en uno de los platos de pan y con las manos las empanamos.

Las pasamos ahora por huevo, las pasamos para una bandeja con rejilla para escurrir el exceso de huevo y para terminar las empanamos otra vez en el otro plato de pan rallado y así sucesivamente vamos haciendo todas.

Cuando estén todas empanadas las podemos congelar o las podemos hacer así en fresco.

Freír croquetas
Ahora toca freír las croquetas para ello las freímos en abundante aceite bien caliente y cuando estén bien doradas las ponemos a escurrir sobre una fuente o bol de rejilla, para retirarles el exceso de aceite.

Emplatamos y listo para comer.
Presentación

Receta de Juan Cannas
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