Te mueres por un buen churrasco pero llegan las lluvias y el frío y disfrutar de unas costillas de cerdo a la brasa o en barbacoa se pone difícil pero no desesperes, que con estas «pataquiñas con costelas» podrás olvidar el churrasco un buen rato. Algunos le llaman «el churrasco de invierno».
Patatas con costillas guisadas
Patatas con costillas guisadas son ese plato que te encantará porque la salsa resultante está para mojar pan y las costillas quedan jugosas y con un sabor espectacular y las patatas ni os cuento, un sabor irresistible.
Ingredientes
- Medio kilo de costillas de cerdo.
- 4 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 1 pimiento rojo
- 1 kg de patatas
- 2 cucharadas de pimiento picante
- 2 cucharadas de harina
- 3 Tomates triturados
- Agua para el guiso, no pongo cantidad porque solo has de echarla hasta que cubra los ingredientes
- Aceite de oliva, sal y agua (Hay quién añade pimienta negra)
Elaboración
Os lo contaremos paso a paso para que os sea muy sencillo el plato. Lo primero que haremos es cortar la tira de costilla, en trozos. Podéis pedir que lo haga el carnicero pero no tiene dificultad alguna, esquivar el hueso y cortar por la parte de carne.
Una vez troceado pondremos una cazuela al fuego con un chorro generoso de aceite de oliva. Si eres de los que te gusta sal pimentar este es el momento, hazlo por encima de la carne antes de pasarla al fuego.
Cuando el fuego empiece a calentarse y le hayamos dado una vuelta a la carne y está empiece a ponerse más blancuzca, incluiremos los pimientos, que habremos cortado en tiras. Cuando el pimiento se vuelva algo flexible, apagamos y reservamos, se va a terminar de hacer más adelante solo es un golpe de calor, unos 10 minutos en este paso llegan.
A continuación picamos los ajos y los pondremos en una sartén con un chorro generoso de aceite de oliva y empieza lo bueno, nuestra base de guiso.
Trituramos los tres tomates, este va a ser nuestro concentrado de tomate o salsa de tomate fresca. Antes habremos picado la cebolla muy bien y se la añadiremos a la sartén de los ajos, recuerda que los ajos no se deben quemar.
La cebolla y los ajos ya han adquirido el colorcito típico del pochado, toca añadir la salsa de nuestros tomates. Y seguir cocinando.
Mientras vamos pelando las patatas y cortándolas con la técnica del chasquido (en gajos desgarrándolas) para que no se nos deshagan Ahora viene el siguiente paso, añadimos el pimentón y la harina de trigo.
Añadiremos dos cucharadas de pimentón picante, retira la sartén del fuego y removemos. Esto hazlo siempre con el pimentón ya que es muy fácil que se queme y no queremos esto, daría mal sabor a nuestra receta.
A continuación añadimos las dos cucharadas de la harina de trigo también con el fuego apagado y integramos bien.
Nos quedaría algo así, una maravilla. Reservamos y posteriormente se la incluiremos al guiso.
Ahora tocan las patatas, ya las tenemos cortadas y las añadiremos a la tartera con la carne.
Añadimos nuestra base de cebolla por encima de todo y echamos el agua hasta cubrirlo. Damos un meneo a la cazuela, procura no remover, mueve la tartera bien y suficiente.
Sube el fuego hasta que el agua hierba y cuando esto pase bájalo y cocina a fuego medio unos 40 minutos. Ya está listo este delicioso plato que hará las delicias de tus comensales.
Os recomiendo disfrutarlo con un buen vino, un buen pan y la mejor compañía.
Hay comidas que recuerdan a la infancia y ésta es una de ellas! No es churrasco pero casi, casi te gustará igual, recuerda, algunos le llaman el churrasco de invierno.