Café cremoso congelado

El café puede ser preparado de muchas maneras diferentes, desde la tradicional taza de café filtrado, hasta el expreso intenso y cremoso. Se puede servir solo o con leche, crema o azúcar añadidos, y se puede disfrutar en cualquier momento del día.

Hoy os traigo una forma original y única de compartir un café, pero antes voy a acompañarlo con una mágica leyenda que me encantaría compartir.

Sopa de café

Había una vez un pequeño pueblo en las montañas donde el café era la bebida preferida por todos. Los habitantes del pueblo cultivaban sus propios granos de café y cada mañana disfrutaban de una taza caliente de café recién hecho. La gente del pueblo era muy unida y se reunían en la plaza del pueblo para hablar y compartir historias mientras disfrutaban del aroma del café.

Un día, una gran tormenta de nieve azotó el pueblo y dejó a los habitantes aislados del mundo exterior. La tormenta duró varios días y pronto los habitantes del pueblo comenzaron a quedarse sin alimentos. Fue entonces cuando alguien recordó que había una gran cantidad de granos de café almacenados en el granero del pueblo. Entonces los habitantes del pueblo decidieron moler los granos de café y mezclarlos con agua para crear una sopa de café. Al principio, la idea parecía extraña, pero pronto todos se dieron cuenta de que el sabor era delicioso y reconfortante en aquellos días fríos y difíciles.

Con el tiempo, la sopa de café se convirtió en un plato popular en el pueblo, y la gente comenzó a experimentar con diferentes ingredientes para hacerla aún más sabrosa. La sopa de café se convirtió en una tradición en el pueblo, y cada vez que se reunían para compartir una comida, siempre había una olla de sopa de café en la mesa.

La tormenta de nieve pasó y los habitantes del pueblo pudieron salir y volver a sus vidas cotidianas. Sin embargo, la sopa de café se quedó como una parte importante de la cultura del pueblo, y la gente la seguía disfrutando cada vez que se reunían. Y así, la pequeña historia de la sopa de café se convirtió en una leyenda en el pueblo, recordando a todos que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay algo que nos puede hacer sentir mejor, y en este caso fue una taza de café caliente.

Pues sí, una preciosa leyenda inventada para el café, que titularía la sopa de café pero lo mejor es que aquí no termina la historia, y la leyenda se quedo en la vida de todos.

Se calculan en miles de millones las tazas de café que se consumen diariamente en todo el mundo. Y es por eso que me he decidido a compartir mi mejor secreto el de que nunca falte el café y si este es original y te sorprende, mejor café compartido.

Café cremoso para congelar

NO es un invento nuevo esta elaboración ya hace años que existe pero la magia del TikTok nos acercó el café batido estilo Dalgona, a la crema… en fin al rápido, y siempre a mano que tanto necesitábamos los que perdemos la cabeza y el sentido por un buen café. La receta de hoy está inspirada en Cocinar con Tata

Después de muchos inventos y de darnos cuenta que debíamos buscar la forma de tenerlo como fondo de armario llega a nuestras vidas el café congelado.

Ingredientes

  • 50 gramos de café soluble
  • 400 gramos de azúcar
  • 1 taza de agua (caliente)

Lo primero que haremos es elegir un bol amplio. Y unos vasos con tapa, no hace falta salir corriendo a comprar seguro que por casa tendrás alguno. Si no un vaso y lo cierras bien con film transparente.

Somos muchos los que tenemos por casa, los típicos vasos de toda la vida, estos vienen con tapa pero por razones que aún desconozco, estás se tiran, con lo útiles que son. Es probable que a partir de ahora las utilices muchísimo.

Elaboración

En él bol pondremos el café molido (el de nuestra elección), el azúcar y mezclamos bien. A continuación ponemos el agua caliente y removemos para que se mezcle todo bien.

Ya tenemos lista la primera parte, es sencillo, ¿Verdad? Ahora toca batir con varillas la mezcla. Notarás como va cambiando de color y tomando mucho más cuerpo la mezcla. Poco a poco de líquida pasará a más espesa, y luego a crema.

Nos llevará solo unos 10 minutos, tenerlo con la textura adecuada, va a ser sencillísimo. Es el mismo proceso que cuando montamos las claras a punto de nieve, y el resultado ha de ser el mismo.

¿Cuándo sabremos que está? Cuando dándole la vuelta al bol, la mezcla no se cae y si levantas las varillas, la mezcla se queda en ellas.

Ya tenemos lista la crema de café ahora es el turno de guardarla y llevarla al congelador. Iremos tomando la crema del bol y pasándola con cuidado a los vasos.

Ya tenemos listos los vasos los tapamos y directos al congelador, en el que deben estar un mínimo de 24 horas para poder usarse.

Llena bien hasta los bordes porque no va a aumentar mucho el tamaño. Claro que se puede utilizar al momento te quedaría un café muy cremoso. Pero queremos tenerlo a mano siempre por eso lo congelamos.

Si lo necesitas utilizar al día siguiente, sacas el vaso y solo has de tomar una cucharada o dos del café cremoso, la mezclas en un vaso de leche bien caliente, y a disfrutar, exquisita!

 Utilizar la crema para café dentro de los 6 meses posteriores a su colocación en el congelador. Y recuerda sacar lo que vayas a tomar e inmediatamente guardarla en el congelador.

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