La salsa brava es una salsa picante típica en la gastronomía madrileña. Tiene entre sus principales ingredientes aceite de oliva, harina, pimentón picante y caldo, por su elaboración se podría clasificar como una velouté , aunque no existe una proporción definida, pudiendo ser tan suave o picante como el cocinero desee. Juan Cannas
Contenido
Salsa Brava
Ingredientes
- 3 dientes ajo
- 1/2 cebolla
- 1 cucharada pimentón dulce
- 1 cucharada pimentón picante
- 100 gr salsa de tomate frito
- 1 chorro vinagre de vino
- 100 ml caldo de carne
- 1 cucharada harina
- Aceite de oliva
- Pimienta negra recién molida
- Sal
Elaboración
Ponemos una sartén apropiada a fuego medio- lento con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajo y la cebolla bien picaditos. Salpimentamos y vamos removiendo hasta que esté un poco pochada la cebolla.
Una vez pochado, añadimos los pimentones y removemos durante unos segundos. Después añadimos el tomate frito, removemos y dejamos cocinar alrededor de unos 5 minutos.
Añadimos a la sartén la harina, removemos y mezclamos todo y dejamos cocinar, unos dos o tres minutos, para tostar la harina y quitarle el sabor a crudo.
Le incorporamos ahora, el chorro de vinagre, dejamos evaporar y le añadimos el caldo.
Volvemos a mezclar todos los ingredientes, los cocinamos durante unos minutos, trituramos la salsa y listo para salsear.
Acompañamiento
Hay un montón de recetas de patatas bravas y es que son una de las tapas más importantes que sirven en los aperitivos en nuestros bares ya que combinan muy bien con un buen vino o una cerveza bien fría.
Una de las primeras menciones de este plato se refiere a una receta de origen madrileño y es que el escritor Ángel Muro la menciona en su obra “El Practicón de 1893”.
En una recopilación mundial de recetas de patatas realizada por las Naciones Unidas, se incluye a esta receta como un plato típico de la gastronomía española.
Patatas bravas
Hacemos ahora las patatas, para ello las pelamos y las cortamos en trozos cuadrados de tamaño mediano, las lavamos y las dejamos escurrir en un escurridor.
Las freímos hasta que queden bien doradas y crujientes, las retiramos para una fuente o bol de rejilla y Les echamos por encima una pizca de sal.
Emplatamos las patatas bravas echando por encima unas cucharadas de la salsa brava y lista para comerlas.
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