Quizás más de una vez habrás escuchado en Galicia «Patacas ó pobre con ovos!!!» y si no lo has oído, ni degustado, no sabes lo que te estás perdiendo.
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Patatas a lo pobre con huevos
Os traigo una receta bien antigua de aprovechamiento de los frutos rurales que lleva en su origen patatas, huevos, cebolla y pimientos. No hay complicación en esta receta, lo que sí hay es un ingrediente elaborado en mortero que hace del conjunto algo mágico, nuestro adobo. Se llaman patatas a lo pobre porque se preparan con lo que tenemos en casa sin necesidad de ir a comprar, con lo que tengas en la despensa. Que no tienes pimientos verdes, pues rojos, no hay cebolla pero tengo puerro, pues lo dicho, lo que tengas… Tengo muchos guisantes, judías… pues venga a la patata todo le sienta genial.
Las patatas a lo pobre son estupendas como guarnición de carnes o pescados pero hoy las acompañaremos de unos huevos caseros bien fritos.
Ingredientes
- 5 Patatas grandes
- 2 Cebolla grandes
- 4 Dientes de ajo
- 4 Pimientos verde italiano
- Perejil
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Huevos caseros, 2 por persona

Elaboración
Ya nuestros ancestros utilizaban el mortero o los molinos de mano para machacar, un utensilio tan sencillo como práctico no debe faltar en vuestras casas. Es el aliado mágico para extraer aromas inmediatos a especias y semillas, hacer adobos y salsas en un momento y todo con la mejor de las texturas. Los hay de granito, de madera… de diferentes tamaños y formas pero todos valen para lo mismo, darle a la comida ese toque único que nuestras abuelas tenían más que controlado. El calor y cariño de las manos cocinando aporta un extra a la comida que vale la pena conservar, así que ya desde ahora te lo digo, no para todo vale la batidora, si quieres retener la esencia de una buena comida esa que sabe a las de antes, pon un mortero en tu vida. Para que ni te pienses el tener uno los morteros liberaran los aceites de los ingredientes y unen sus sabores, la máquina simplemente los estás combinando.
Adobo
En el mortero colocaremos perejil fresco y los ajos troceados y comenzaremos con el machacar, no hace falta dar grandes golpes, notarás como sale líquido y todo se va uniendo para tener más consistencia en nuestra salsa y no haya tanto líquido salpicando, añade sal en este paso para evitarlo.

Patatas
Toca pelar y trocear las patatas en rodajas gruesas 3-4 centímetros, recuerda que todas han de tener el mismo grosor para que se hagan por igual. Las patatas a lo pobre son parecidas a las patatas a la panadera, solo que unas se cocinan en el horno, las patatas a la panadera y las nuestras a lo pobre en la sartén.

Cebolla y pimientos
En una sartén y con un chorrito de aceite generoso pondremos la cebolla cortada gorda y el pimiento en tiras más o menos todo del mismo tamaño y lo pochamos. Recuerda echamos todo en frío y así logramos que se vaya haciendo muy poco a poco. 15 minutos a fuego lento será suficiente para que se vaya cociendo.

Cuando la cebolla adquiera tonalidad transparente y notes que el pimiento no está tan rígido y se ha vuelto más flexible añadimos las patatas por encima y nuestro adobo y removemos con mucho cuidado. Toca dejarlo 15 minutos más. Si ves que se ha consumido todo el aceite echamos un pequeño chorrito más.

Cuando las patatas pinchen estará listo un plato que no nos llevará más de 10 minutos. Mucho cuidado al remover para que no se rompan las patatas, para ello lo que moveremos será la sartén. Retiramos la sartén del fuego e inmediatamente hacemos los huevos fritos para que no se enfríe las patatas a lo pobre y lo tomemos todo bien calentito, que sabrá y sentará mucho mejor.

Ya veis que este es un plato sencillo y de espectacular sabor, lo sabéis, y estáis deseando tomar unas patatas a lo pobre que son bien ricas.

Solo queda el disfrutarlo con un buen vino y pan. Antes de despedirnos deciros que lo más importante de este plato son los ingredientes, así que utiliza siempre los mejores, te lo dice un gallego!
