Seguramente estarás acostumbrado a ver este original plato con langostinos como ingrediente estrella, así que te cuento el porqué de haber elegido nosotros gambas en vez de langostinos.
Contenido
¿Qué diferencia una gamba de un langostino?
Tamaño y color
La diferencia principal entre gamba y langostino salta a la vista, y es su tamaño y color.
Tamaño
La gamba es mucho más pequeña que el langostino y la gamba es cabezona y más desproporcionada que el langostino.
Color
En cuanto al color las gambas van desde el blanco hasta el rosa, mientras que los langostinos suelen tener colores tirando al marrón y al anaranjado.
Sabor y textura
Pero lo que más diferencia a ambas es la textura y su sabor. El langostino cuenta con una carne más dura y menos jugosa que la gamba.
Gambas
Hemos elegido las gambas blancas, es un marisco de máxima calidad y que gusta a todos. Son de color mucho más pálido haciendo honor a su nombre y son más finas y suaves que cualquier otro tipo de gamba. La gamba blanca es la gamba que menos contenido graso tiene, además también tienen una gran aporte de proteínas para el cuerpo, así como una gran cantidad de minerales muy beneficiosos para el organismo.
Curiosidades
Son animales nocturnos, se entierran en la arena durante el día y por noche salen a alimentarse. Otra de las curiosidades sobre este marisco es que tiene el corazón en la cabeza y un campo de visión de 360 grados.
Garbanzos
Los garbanzos son un superalimento que ha quitado protagonismo la quinoa, los pseudocereales y otros alimentos mucho más caros y que en muchas ocasiones no son autóctonos. Hoy vamos a hacer una receta exquisita con este super alimento pero antes os diré que es una legumbre absolutamente maravillosa, repleta de beneficios para tu salud. Los garbanzos tienen muchos folatos (vitamina B), vitamina B1, calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio.
En la historia
El garbanzo ha sido una legumbre usada desde la antigüedad. Se han encontrado restos de garbanzos en excavaciones. Como curiosidad he de decir que también lo consumían los egipcios y en la época clásica de Grecia, aquí era un plato típico en los banquetes funerarios, quién podría aguantar tales tanatorios, una forma de rendir un homenaje por todo lo alto, dando gracias al seguir vivos. También los romanos los consumían de forma muy habitual y el emperador Carlomagno, el emperador de Occidente S.VIII, obligaba a sus campesinos por una orden a cultivarlo. Cuentan que le encantaban y en ellos veía un sustento económico y energético contra la hambruna.
En el Mundo
Hay muchas recetas internacionales con los garbanzos, os dejamos unos cuantos ejemplos del garbanzo por el mundo y de comidas típicas que seguro te suenan.
- Faláfel es una especie de croqueta de garbanzos típica en India y Pakistán.
- La farinata es un plato italiano con garbanzos muy famoso. Es una torta con garbanzos cocida en el horno. Está emparentada con la Calentita un plato nacional de Gibraltar.
- El hummus es uno de los platos más conocidos de la cocina árabe, podríamos nombrarlo como puré de garbanzos.
Elaboración
Paso a paso
El primer paso que haremos será reblandecer los garbanzos deben estar a remojo durante varias horas; es mejor dejarlos en agua (debe cubrirlos) la noche anterior y luego proceder a su uso. Para ello los escurriremos pasado el tiempo de remojo.
Cocemos las gambas y una vez que estén listas y frías las pelamos, retirando cabeza y piel.
Ojo no tiraremos los desperdicios, vamos a hacer con ellos el caldo. Para ello los meteremos nuevamente en la cazuela donde hemos hecho la cocción.
Cubriremos con agua todos los desperdicios de las gambas y lo llevaremos a ebullición.
Hacer el caldo nos llevará poco tiempo, una vez haya hervido, lo retiramos del fuego y reservamos.
Ahora toca hacer la base del guiso. Para ello cogeremos una sartén y añadiremos un chorrito de aceite virgen. Cortaremos un trozo generoso de pan y pelaremos unos cuantos dientes de ajo. Ponemos al fuego medio, recuerda todo incluido con el aceite en frío.
Una vez listo, cuando los ajos estén doraditos y el pan haya empapado del aceite, lo pasamos al vaso de la batidora y lo reservamos, no batiremos aún.
Toca hacer salsa con los tomates primero.
Una vez bien batidos reservamos la salsa de tomate porque toca hacer la base a la que se la incluiremos, para ello debemoscoger nuevamente la sartén de los ajos y el pan, no hace falta que la limpies no se van a efandar los ingredientes, en ella añadiremos las cebollas.
Las cebollas las habremos cortado en trozos grandes y las vamos a pochar. Recuerda el aceite frío, fuego medio y en 10 minutos estará lista, notarás que se torna transparente y blandita la cebolla.
Justo en este momento añadiremos la salsa de tomate que habíamos reservado.
Echamos en cuanto pasen 5 minutos de cocción el pimentón, recuerda apagar el fuego o retirar la sartén de él para que el pimentón no se nos queme. Dejaremos a reducir nuestra salsa a fuego medio y revolviendo de vez en cuando.
Recuerdas que habíamos retirado el pan y los ajos y lo teníamos en el vaso de la batidora, pues hora del siguiente paso. Incluiremos el contenido de nuestra sartén al vaso y batiremos muy bien.
Tenemos esperando ansiosos desde hace tiempo a nuestros garbanzos, ha llegado su turno.
Los regamos con el caldo de los langostinos que habremos colado bien para no encontrarnos con ningún resto o impureza. Añadimos un ajo y unas hojas de laurel
Y ponemos a fuego lento, añadimos ahora el resultante del vaso de la batidora nuestra base del guiso especial.
Y dejamos cocinar a fuego lento unas dos horas completas para guisarlos con calma y que queden bien tiernos, 10 minutos antes de que termine el tiempo añadiremos las gambas limpias.
Un plato laborioso y de tiempo que merece la pena disfrutar porque las comidas a fuego lento saben mejor. Pero si te apetece hacer esta receta y te falta tiempo y paciencia otra opción es utilizar la olla a presión y en menos de media hora tendrás listo los garbanzos, te llevará unos 20-25 minutos, cuando este listo puedes incluir las gambas y dejarlas 5 minutos mientras baja el calor del guiso.
Un plato de cuchara para celebrar que estamos bien vivos.
