Millo corvo o maíz cuervo es un tipo de maíz empleado en Galicia desde hace siglos y que debe su nombre a su color. Contiene una mayor concentración de antioxidantes que otros maíces.
Os acerco un maíz ancestral que se está recuperando en lugares implicados en darle continuidad a lo propio, como Rois, Meiro… y un sin fin de lugares que se están apuntando a lo que sin lugar a dudas es lo mejor gastronómicamente hablando. Lo de siempre, lo nuestro, un maíz único que se conoce como Millo Corvo.
En cuanto a sus orígenes, existen diversas teorías. Unas nos cuentan que este maíz pertenece a pueblos indígenas de Perú, México o Costa Rica, allí es conocido como la milpa y sus cultivos son sagrados.
Un maíz que casi llega a extinguirse en Galicia por su color, ya que la harina era oscura y la gente no apreciaba el pan con este tono. El consumismo nos trajo un empezar a primar la apariencia y no el gusto o la salud. Esto es como todo en la actualidad, compramos las patatas más limpias, los tomates más redondos, la fruta menos tocada, en fin, la más perfecta y homogénea. Y al maíz le pasó algo parecido, la harina blanca se puso de moda y debido a la gran productividad del maíz blanco poco a poco acabó por imponerse en los campos. Gracias al empeño de algunos no se perdió. Este «millo corvo» continuó plantándose por unos pocos campesinos, sobre todo por los más humildes ya que comprobaron que este maíz era mucho más resistente a las plagas.
Los pocos que siguieron cultivando este maíz lo hacían como sus abuelos e hicieron posible que no pasase a la historia como un recuerdo de lo bien que se comía antes.
En 1997 la Asociación cultural Meiro quiso recuperar sus raíces y pusieron todo su empeño en dar al Millo Corvo el lugar que se merecía. La sabiduría popular cobró más importancia que nunca y fueron los mayores los encargados de transmitir todas sus vivencias con este maíz, así como la elaboración de productos tan cercanos como el pan o la empanada.
“Do millo do corvo aproveitase todo
do mellor grán o mellor pan
do peor grán o mellor picón
e po lume do carozo o peixe do noso”
El confinamiento hizo que muchos despertasen a lo que en esos momentos se volvió tan necesario como el alimento de proximidad, el cultivo, el autoabastecimiento, comprobamos que el hacer pan se había convertido en una necesidad y sentimos la carencia de la harina.
Una revolución empezó a echar raíces en la conciencia y aquí nació el valorar y el sentirse afortunado por tener una finca, esa que nuestros abuelos cultivaban con cariño y llenaban despensas y que habíamos abandonado y entregada como carga pesada a las malas hierbas que pronto hicieron de ellas su imperio. Por suerte fueron muchos los que supieron ver el potencial de una finca baldía y comenzaron un manos a la tierra que caló y se convirtió en un principio colaborativo de ayuda y conexión con el vecino.
Afortunada de haber vivido en Bembrive y comprobar día a día que el lema de Bembrive «Bene Vivere», la tierra del buen vivir sigue calando en todos, porque hoy más que nunca «la unión hace la fuerza» y la fuerza está en la tierra y en las ganas.
Sembrar Millo Corvo, recolectarlo, molerlo en el muíño y hacer con la harina resultante una empanada, un buen pan o asar unas sardinas con su carozo es lo más bonito y especial del mundo porque la sostenibilidad significa implicarse en el cambio y tomar conciencia de que todo es necesario. En casa de mi abuela nunca faltó un plato de comida para el que tenía hambre, nunca faltó enseñar un oficio, en su caso la costura, para dar la caña de pescar y así se debería seguir haciendo, sumando, y en la tierra sembrando.
Galicia es tierra rica en oportunidades, solo nos faltaba saber encontrarlas y con proyectos como recuperar un cultivo milenario llevará implícito el sembrar la tierra de nuevo.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acaban de constatar que el Millo Corvo, además de su especial sabor tradicional, es mucho más sano que otras variedades de maíz y es que cuanto más oscuro, más antioxidantes tiene (antocianina). Otro punto muy importante es que el Millo Corvo aporta un 20% de proteína, mayor que el maíz amarillo.
A tener en cuenta también, gracias a estudios realizados sobre el maíz más bello del mundo, es que sus pigmentos también «pueden ayudar a prevenir el cáncer» Instituto Nacional de Salud del Perú.
Curiosidad
Os acerco LÚnica, cerveza en el Millo Corvo, variedad de maíz negro gallego presente en Europa desde hace siglos.
Donde conseguir maiz para sembrar sobre 8 ferrados
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MILLO CORVO, VARIEDAD MEIRO
En fin no puedo ayudarte más, lo siento
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