Torrijas de la nieta

Os traigo unas torrijas muy especiales, las torrijas de la nieta. Estas torrijas son de comer con cuchara ya que son muy cremosas por dentro os van a encantar.

En cuanto a la preparación e ingredientes son bastante parecidas a las tradicionales lo que las hace únicas es el grosor de la rebanada de pan y el empaparse en sumo del líquido.

Contenido

Ingredientes

1 bolla de pan de 1 kilo de el día anterior
1 sobre de natillas
1 litro de leche
8 cucharadas de azúcar
6 huevos
Azúcar y canela para rebozarlas
Aceite para freír

Decoración

Fresas y frambuesas para acompañar

Elaboración

Primero haremos las natillas como indica el sobre, ( litro de leche, el azúcar y el sobre), una vez listas las dejaremos templar un poco.

Pondremos en una fuente onda las natillas y mojaremos bien el pan ya cortado (a nosotros nos gustan bien gruesas, 4cm de grosor). Ya véis que lo que las hace especiales es su forma pero no solo eso porque también lo será su interior. Dejaremos que se empapen muy bien las rebanadas, esperaremos hasta que se sume a ellas todo el líquido.

Estas torrijas al hacerlas de esta manera son de comer con cuchara ya que son muy cremosas por dentro.

Una vez que se han empapado bien en el líquido, toca pasarlas por el huevo batido, con mucho cuidado para no romperla y con la ayuda de dos espátulas. Una vez listas, las freiremos en aceite abundante para que nos queden fritas por ambos lados. En cuanto tomen el colorcito dorado característico las retiramos a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite, ten en cuenta que no van a quedar tan duras como las tradicionales, lo especial de las torrijas de la nieta es que son más blanditas y jugositas.