tarta de queso con arándanos

La tarta de Queso con arándanos de mi infancia

Cocinando con Elena

Hoy me han hecho otro encargo de mi famosa tarta de queso con salsa de arándanos. Es un postre que siempre triunfa en cualquier celebración y me trae buenos recuerdos de la infancia. Una tarta contundente y que lleva una elaboración muy cuidada, sana por todo lo que nos aportan sus ingredientes y riquísima.

Os aseguro que una vez que la pruebas, estás deseando el volver a hacerlo.

Tarta de queso fresco con salsa de arándanos

Ingredientes

Para la masa brisa

  • 200 gramos de harina
  • 100 gramos de mantequilla
  • 1 huevo (casero mejor)
  • 1 cucharada de agua
  • 25 gramos de azúcar
  • una pizca de sal

Para el relleno

  • 500 gramos de queso fresco
  • 1/2 litro de leche entera
  • 250 ml de nata líquida
  • 50 gramos de azúcar
  • 6 hojas de gelatina fina

Para la cobertura

  • 150 gramos de mermelada de arándanos (la mía es casera)
  • 30 gramos de azúcar
  • 1chucharada de agua

Elaboración

Preparar la masa brisa

Formamos un volcán con la harina, ponemos en el centro la mantequilla, el huevo, el azúcar, la sal y la cucharada de agua. Trabajar bien la masa con las manos hasta que los ingredientes estén bien mezclados.

Formaremos una bola y dejaremos reposar 2 horas en la nevera. Cuando este transcurrido el tiempo extenderemos la masa con rodillo y haremos la forma del molde que vayamos a usar.

Pondremos papel de horno en la bandeja y a continuación pondremos la masa brisa que habremos estirado encima y la pincharemos con un tenedor por toda la superficie. Hornearemos a 225ºC calor arriba y abajo y la bandeja en el medio del horno unos 15 minutos, el tiempo es aproximado y siempre depende del horno o del grosor de tu masa brisa, al ser más fina se hará antes.

queso fresco desmenuzado

Para el relleno

Pondremos al fuego un cazo con la leche, la nata y el azúcar para ir templándola poco a poco, fuego medio. A continuación añadiremos las hojas de gelatina previamente hidratada en agua fría. Las añadiremos bien escurridas. Batiremos bien para que la gelatina para que se disuelva muy bien. Retiraremos el cazo del fuego cuando la gelatina esté bien disuelta. Ahora añadimos el queso a trocitos y con las varillas removemos bien para que el queso se integre en la mezcla, debe quedarte una masa homogénea. Repartiremos el relleno con cuidado en la base de la tarta y llevaremos a la nevera unas 4 horas para que cuaje bien.

Para la cobertura

Ahora nos toca preparar la salsa con la que cubriremos nuestra tarta, la salsa casera de arándanos. La salsa de arándanos es una salsa elaborada con arándano rojo y que suelo emplear como condimento de algunos postres. Aunque he de reconocer que simplemente sobre una tostada ya es una delicia. Al final de la entrada os explico cómo se hace la mermelada casera de arándanos.

En un cazo ponemos la mermelada con el azúcar y el agua, dejamos hervir unos minutos. Dejaremos enfriar antes de añadirlo.

Presentación

Ahora que ya se ha enfriado la salsa casera de arándanos la echaremos por encima con cuidado y extendiéndola bien por toda la tarta. El paso que viene ahora para su presentación quizás sea el paso más delicado, el desmoldarla. Para desmoldar pasaremos un cuchillo por los bordes para evitar que se nos raje al abrir el molde y la ponemos directamente donde la vayamos a servir, fuente.

tarta de queso con arándanos

La cortaremos en porciones la tarta de queso con salsa de arándanos ya en la mesa . Una delicia que desparecerá por arte de magia.

Mermelada casera de arándanos

¿Sabías que la mermelada de arándano rojo es un alimento básico de la gastronomía escandinava?

Ingredientes

  • 500 gramos de arándanos
  • 250 gramos de azúcar
  • el zumo de 1 limón

Elaboración

Limpiar fruta

Lo primero que debes hacer es lavar bien los arándanos esto lo haremos para eliminar toda la suciedad que puedan traer. Debes tener en cuenta que solo utilizarás para la mermelada, los arándanos que estén en perfectas condiciones y en su punto de maduración. Se suele pensar erroneamente que la mermelada es para aprovechar fruta muy madura o la que está a punto de estropearse, no debe ser así. La mermelada nació para aprovechar los excedentes y darle a la fruta de temporada una salida sin tener que tirarse por faltarnos tiempo para consumirla. La fruta que se daba al mismo tiempo requería una conservación especial y la mermelada hizo posible el que pudiésemos disfrutar de la fruta en cualquier época del año. Es por ello que desde siempre se utilizaban para las mermeladas las mejores piezas y las que estaban en su punto de maduración óptimo, las otras se consumían al momento no se utilizaban para mermelada.

arándanos rojos

Cocinar

Lo primero que haremos es colocar todos los arándanos limpios, el azúcar y el zumo del limón en un cazo hondo a fuego medio. Cocina durante unos 20 minutos. Remueve de vez en cuando para que no se pegue. Pasado el tiempo estará lista nuestra mermelada.

En mi caso no trituro la salsa, el arándano se irá deshaciendo poco a poco y aunque se note algún trocito de fruta a mi me gusta.

Truco para saber si está lista

Cogeremos del cazo una cucharadita de la mermelada y la echaremos en un plato. Ahora con la misma cuchara divide tu montoncito de mermelada por la mitad, si no se junta es que está lista.

Conservación

  • Poco tiempo

Si los vas a consumir pronto. Los tapamos bien y los ponemos boca abajo hasta que se enfríen, de esta manera duran algunos meses en el frigorífico.

Recuerda que los botes que vas a utilizar han de estar esterilizados.

Comprueba que estén bien sellados para que la conservación sea óptima y guárdalos en un lugar oscuro y fresco.

arándanos
  • Mucho tiempo

Conservar la mermelada al baño María es una de las formas más tradicionales de hacerlo. Para ello esterilizamos los botes de cristal que vamos a utilizar (esto siempre) hirviéndolos en agua durante 15 minutos. Los sacamos, dejamos secar y los llenamos con la mermelada aún caliente hasta el borde nunca más de aquí.

En una olla profunda, pon un trapo de la cocina en el fondo para separar tarros del recipiente y vierte agua. El agua no debe cubrir las tapas. Pondremos al fuego bajo para que comience a calentarse e iremos subiendo la temperatura poco a poco. Los dejaremos por dos horas. Una vez apagado el fuego, deja que vayan enfriando boca abajo (es lo que se llama hacer el vacío) y a continuación colócalos en un lugar seco y que no tenga luz directa. Consume en 4-6 meses

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