Pasta con garbanzos. La pasta más histórica del mundo

Hoy os traigo una pasta super histórica, la pasta con garbanzos. La pasta con garbanzos es una pasta que se remonta al tiempo de los romanos se llama pasta de ceci, que se pronuncia «chechi» y en Italia quiere decir garbanzos.

Es un plato amado por los italianos. Lo comen caliente en invierno y a temperatura ambiente o frío en verano, suele acompañarse con Peperoncino. El Peperoncino es el nombre genérico italiano que se le da a los pimientos picantes.

Esta legumbre el garbanzo es muy famosa en Italia y se cultiva desde hace muchísimo tiempo, tantos y tantos años que me arriesgo a decir que este plato, es sin duda el plato de pasta más ancestral del mundo. Os traigo una receta facilísima y muy rápida venga para acá que se lo explico paso a paso.

Contenido

Pasta con garbanzos

Ingredientes

Garbanzos de 100 a 150 gramos
Aceite de oliva
1 ramita de romero
1 hoja de laurel
1 Peperoncino
4 tomates cherry
Sal y pimienta

Elaboración

Ponemos a hervir aproximadamente un litro de agua con la tapa que hierbe más rápido. Esta agua la utilizaremos para añadir, no para cocer la pasta.

En otra cazuela a fuego medio-alto ponemos un buen chorrito de aceite de oliva, del bueno eh? esto es muy importante. El utilizar productos de buena calidad es lo que diferencia un buen plato de un plato excelente. Añadimos un ajo, una ramita de romero y un Peperoncino, yo no lo voy a abrir porque no quiero en el plato demasiado picante, solo quiero que le aporte sabor. Si te gusta más picante solo tienes que abrir el pimiento.

Removemos bien hasta que el ajo comience a dorarse y es justo en este momento cuando añadimos los tomates cortados en cuatro.

Dejamos que se cocine bien, echamos la hoja de laurel y removemos para que no se pegue.

Es el turno de los garbanzos que en mi caso ya están cocidos al vapor y pondremos unos 100 a 150 gramos. Yo utilice una latita de 140 gramos ya cocidas.

Si eliges cocer los garbanzos frescos tendrás que hacer un paso más, cocinarlos primero y después usarlos.

Dejamos aproximadamente unos 23 minutos para que vayan cogiendo el sabor de todos los ingredientes.

Salamos los garbanzos al gusto y le ponemos un giro de pimienta molida. En este punto sacamos la hoja de laurel, la ramita de romero, el peperoncino y el ajo.

Añadimos un cucharón de agua hirviendo a los garbanzos y pasamos la batidora de mano, una pasadita por nuestros ingredientes.

Recuerda queremos que quede cremoso pero no papilla, es bueno encontrar algún que otro trozo de los granos de garbanzo.

Momento de añadir la pasta para que se cueza en la crema de garbanzos. Cocer este tipo de pasta nos llevará muy poco tiempo unos ocho o nueve minutos depende del tiempo que recomiende el fabricante, suele indicarse en el envoltorio, el tiempo cocción de la pasta que elijas.

Mi recomendación es que no la hagas mucho apaga unos minutos antes se terminará de hacer con los garbanzos.

Os recomiendo una pasta corta para este plato, como la que estáis viendo, en fin una pasta corta de tu preferencia.

Lo mejor de este plato es que es muy camaleónico admite el cambiar de pasta y así creamos otro plato diferente y no nos aburrirá nunca la receta.

Yo usé esta pasta seca porque los tubos favorecen a que se adhiera la salsa, es por esto que os recomiendo las de este tipo.

Mezclamos todo bien y Listo. Como os decía es una receta muy fácil de hacer y rapidísima.

Deciros que hay quien cuece la pasta antes y la reserva. La añade a la crema de garbanzo ya echa o bien por encima o la mete en la cazuela y la mezcla, os aseguro que gana mucho cuando se cocinan juntos y el plato tradicional se hace como yo os lo he explicado.

Presentación

Emplatamos en una fuente blanca decorando con un Peperoncino y ramita de romero. Solo queda probarla, es super rica.

La simplicidad es una de las cosas más bellas y maravillosas de la vida

Como curiosidad

La familia de Cicerón debe su nombre a esta legumbre ya que «Cicero» significa garbanzo. En el caso de Cicerón fue apelativo ya que hacía referencia a un grano en la nariz así lo dice Plutarco.